Jorge Velasco: Es vicepresidente Nacional de Negocios del Banco BISA y anuncia que por vez primera un banco corporativo firma una corresponsalía con una institución financiera de desarrollo en el país. El objetivo conjunto con CIDRE es llegar con créditos accesibles y tasas de interés competitivas al pequeño productor rural. Los productos y servicios del banco grande se adecuan a los de la microfinanciera. La alianza obliga a usar garantías inusuales y de gran valor como los árboles frutales o el ganado.
— ¿Por qué Banco BISA decide dar créditos en el área rural?
— El BISA, desde su fundación, ha fomentado al sector industrial y al agropecuario. Desde 2004 nuestra cartera en crédito agropecuario ha crecido de $us 23 millones a $us 57 millones, principalmente en zonas de Santa Cruz (soya, girasol, ganadería) y La Paz (papa, quinua). Como banco corporativo siempre financiábamos a los grandes y medianos emprendimientos. En los últimos siete años hemos entrado al sector de las pequeñas y medianas empresas (pymes) y hemos impulsado créditos para tractores, cosechadoras, capital de operación, vehículos y todo lo que requiere este sector. El año pasado entramos al microcrédito y vimos que muchos de ellos están en el área rural y no en la urbana y periurbana.
— ¿Qué porcentaje de empresas grandes, pymes y microempresas tienen en su cartera?
— Seguimos siendo un banco con gran parte de su cartera invertida en el sector empresarial grande, cerca del 60% en cartera, en microfinanzas el 5% y a pymes llegamos al 20%. Estos años, con la desconcentración empezamos a diversificarnos; antes teníamos mucha plata prestada en pocos clientes (minería, industria, comercio, agroindustria). Nos dimos cuenta de que es importante estar en toda la cadena productiva. La empresa grande hace de locomotora que arrastra a muchas empresas pequeñas y micro del sector y en todos esos eslabones es importante la presencia de un banco. Desarrollamos grandes productos e innovaciones para atender a las grandes empresas y estamos bajando a pymes y microempresas con otros productos como el leasing para pequeños productores, microwarrant, microseguro. El Grupo BISA tiene la estrategia de que todos los servicios de un banco lleguen a las ciudades intermedias y al área rural.
— Los bancos grandes decían que era muy complicado y costoso llegar al área rural, ¿por ello nace la alianza con CIDRE?
— Efectivamente. En la banca, para crear una tecnología apropiada para el área rural podían pasar mucho tiempo y necesitar experiencia. Vimos que CIDRE, que se fundó hace 30 años y hace 20 está en el mercado, era el aliado estratégico ideal. Tienen una tecnología que permite entregar créditos a un sector que muchas veces vemos muy riesgoso o muy costoso. Su cartera está aproximadamente en $us 235 millones y su mora es bajísima. Vimos en ellos la potencialidad para seguir profundizando en el área agropecuaria. Era necesario hacer una corresponsalía con un alcance mayor para llegar al área rural.
— ¿Tienen permiso de la Autoridad de Supervisión y Control Financiero (Asfi)?
— De acuerdo con la normativa tenemos que informar sobre la firma de esta corresponsalía, de un banco que busca un aliado estratégico para algún tipo de bancarización. Así estamos cumpliendo con la directriz del Gobierno y la Asfi de llegar a la gente que no tiene acceso a la banca.
— ¿Hay casos similares?
— Que un banco grande haga una alianza con una entidad especializada en microfinanzas (para dar crédito al pequeño productor rural) creo que es la primera vez. Hay otro tipo de corresponsalías como la que tenemos con Envía Bolivia con Banco FIE y EcoFuturo para el envío de remesas porque nos veíamos impedidos de abrir 250 agencias. Esa es la ventaja de hacer una corresponsalía con aliados estratégicos que llegan a áreas periurbanas y rurales.
— ¿Donde está CIDRE?
— Tiene como 16 agencias que están en ciudades intermedias de Cochabamba. Tienen un plan de abrir 50 agencias a mediano plazo. Hoy están en Challapata, Monteagudo, Mizque, Colomi, Tiraque y otras (ciudades intermedias) donde el banco puede llegar a través de ellos. La corresponsalía crediticia permite llegar al pequeño productor. Luego llegaremos con depósitos, cajas de ahorro y otros servicios que se generen.
— ¿Cómo funciona la corresponsalía crediticia?
— Hemos aprobado una tecnología que de manera conjunta satisface a ambas instituciones de cómo queremos llegar al área rural con créditos. En estas agencias estamos instalando una plataforma en su sistema informático para que promocionen créditos, los evalúen, desembolsen, hagan seguimiento y cobranza. El cliente tendrá el crédito del Banco BISA.
— ¿Cuál el objetivo?
— Llegar con mejores tasas a los clientes. La idea es aprovechar su experiencia en dar crédito y la nuestra del fondeo del público que es más barato. Nuestro reto es impulsar la seguridad alimentaria del país, que promueve el Gobierno.
— ¿Esta acción estará normada en la nueva Ley de Bancos?
— La nueva Ley de Bancos va a pedir que orientemos nuestras políticas a incentivar todo lo que sea productivo. A esto corresponde la estrategia comercial del banco.
— ¿Marcan un hito?
— Es un doble hito: tener una tecnología crediticia y a través de ella llegar a sectores donde los bancos corporativos no estábamos.
— ¿Cuánto prestarán?
— Para este año tenemos proyectado un monto de $us 10 millones. Si hay demanda se atenderá.
— ¿Habrá un monto límite para los créditos? ¿Y las garantías?
— No hay un límite. El promedio de crédito que ha estado otorgando CIDRE es de $us 10 mil; pueden haber mayores. Hay sectores agropecuarios emergentes que no son tan chicos, como la quinua para maquinaria. Lo interesante de esta corresponsalía son las garantías: la banca ha sido muy tradicionalista y con la tecnología y experiencia de CIDRE se tienen garantías inusuales como árboles frutales, sistemas de riego, ganado, que tienen mucho valor.
Periodico La Razon
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